La carretera de Sa Calobra se empezó a construir en 1928 y se terminó seis años después. Significó un prodigio técnico para la época. Se tenían que superar 800 metros de desnivel, con 12 kilómetros de curvas. El tramo más difícil fue el de la curva del Nus de Corbata, de 270 grados. En total se tuvieron que mover 31.000 metros cúbicos de rocas y tierra. Los bancales sobre los que se asienta la carretera se construyeron a mano. En 2007 murió en Selva el último operario que trabajó en la construcción de la carretera.