¿Qué es en definitiva el mar?

Decía Mario Benedetti en su poema El Mar:

¿Qué es en definitiva el mar? ¿por qué seduce? ¿por qué tienta?
suele invadirnos como un dogma y nos obliga a ser orilla

nadar es una forma de abrazarlo, de pedirle otra vez revelaciones
pero los golpes de agua no son magia,hay olas tenebrosas que anegan la osadía
y neblinas que todo lo confunden

el mar es una alianza o un sarcófago del infinito trae mensajes ilegibles y estampas ignoradas del abismo
trasmite a veces una turbadora tensa y elemental melancolía

el mar no se avergüenza de sus náufragos carece totalmente de conciencia y sin embargo atrae tienta llama
lame los territorios del suicida y cuenta historias de final oscuro

¿qué es en definitiva el mar? ¿Por qué fascina? ¿por qué tienta?

es menos que un azar, una zozobra, un argumento contra dios
seduce por ser tan extranjero y tan nosotros, tan hecho a la medida de nuestra sinrazón y nuestro olvido

es probable que nunca haya respuesta, pero igual seguiremos preguntando
¿qué es por ventura el mar? ¿por qué fascina el mar? ¿qué significa ese enigma que queda más acá y más allá del horizonte?

en un Gin Tonic habitan las horas…

En 1783, Johann Jacob Schweppe, inventa un sistema eficaz con el que introducir burbujas de dióxido de carbono en el agua envasada en botellas. La compañía fundada por Schweppe, se estableció en Londres, capital europea de la época, donde primero el agua con gas y luego las sodas de frutas hicieron furor. No fue hasta 1870 cuando, a partir del extraordinario crecimiento que había tenido la producción de jarabes medicinales en la farmacia anglosajona, cuando en J. Schweppes & Co tuvieron la idea de incluir quinina en la soda carbonatada de naranja para producir agua tónica; una bebida que además de refrescante resulto ser un efectivo medicamento contra la malaria que por aquel entonces, hacia estragos entre los soldados Británicos que se encontraban luchando en la India. Hay que tener en cuenta que, la tònica, poco tenia que ver con la que conocemos actualmente, era más “medicina” y menos “bebida de placer”, así que su sabor era mucho más amargo y la cantidad que quinina contenida también era mayor. Para hacer más atractiva esta bebida, surgio la idea de añadirle ginebra. Además, de este modo también se alentaba el ardor guerrero a través del alcohol.