La peseta ha sido la moneda de curso legal en España desde su aprobación el 19 de octubre de 1868, aunque la primera pieza que se acuñó con la inscripción «pesetas» fue una pieza acuñada en Barcelona de 2 pesetas y media en 1808, durante la dominación napoleónica. La pieza de 1 peseta se acuñó el año 1809, año en que también fue acuñada la de 5 pesetas, circulando hasta el final de la Guerra de la Independencia Española. También se realizó una emisión esporádica de una moneda de 5 pesetas en Baleares en 1823.
Posteriormente, tras la coronación de Isabel II como reina de España, durante los años 1836 y 1837, volvieron a acuñarse monedas con la inscripción de 1 peseta; con ellas pagó la reina a las tropas institucionales que lucharon en la primera Guerra Carlista en favor de su causa y en contra de la del pretendiente carlista don Carlos María Isidro de Borbón, quienes fueron llamados después por ello Peseteros.
El 19 de octubre de 1868, el ministro de Hacienda del Gobierno provisional del general Serrano, Laureano Figuerola, firmó el decreto por el que se implantaba la peseta como unidad monetaria nacional, sustituyendo al escudo como tal.
Dicha moneda estaba hecha con 5 gramos de plata de ley 900 milésimas, con una medida 23 mm de diámetro :
Y así tras 191 años de historia, 131 de ellos como moneda oficial Española pasando por diferentes reinados, dos repúblicas, una dictadura y la vuelta a la democracia llegamos hasta el año 1998, concretamente el 31 de diciembre:
Nos encontramos con una pequeña moneda de aluminio de tan sólo 14 mm de diámetro y un peso de 0,60 gramos, una de las monedas más pequeñas del mundo, la peseta tenía tan poco valor (llegando a equivaler 200 pesetas a un dólar estadounidense) que la moneda de una peseta prácticamente había desaparecido de la circulación.
un día después, el 1 de enero de 1999, entra en circulación el Euro y decimos adiós a nuestra querida peseta…